El departamento del Valle del Cauca tiene 38 áreas protegidas por autoridades nacionales y 34 por la CVC, además de 180 reservas naturales de la sociedad civil. La protección de las áreas ha permitido, por ejemplo, garantizar agua para 31 cabeceras municipales.
“La pujanza que tiene el Valle del Cauca, en términos de su economía en el largo plazo, depende del buen uso que se haga de sus ecosistemas y sus áreas protegidas”.
Así lo advirtió Natalia Gómez, bióloga del grupo de biodiversidad de la Dirección Técnica Ambiental de la CVC, durante la inauguración de la agenda académica del Mes de las Áreas Protegidas. El 17 de octubre se institucionalizó como el Día de las Áreas Protegidas de Latinoamérica y el Caribe, pero en el Valle la celebración se realiza durante todo el mes.
El Valle del Cauca es líder en áreas protegidas a nivel nacional. Tiene 38 administradas por autoridades ambientales, como los cuatro Parques Nacionales Naturales a cargo de Parques Nacionales y las 34 áreas administradas por la CVC, 20 de ellas regionales y 14 Reservas Forestales Protectoras Nacionales.
A estas se suman las más de 180 reservas naturales de la sociedad civil, 422 predios adquiridos por alcaldías para preservar fuentes hídricas para acueductos, y las áreas étnicas en territorios de comunidades negras e indígenas.
La bióloga puso como ejemplo de este trabajo de protección ambiental que 31 cabeceras municipales del departamento están aguas abajo de áreas protegidas y tienen su recurso hídrico garantizado gracias a estas figuras de conservación. A esto se suman diez pequeñas centrales y tres grandes centrales hidroeléctricas.
“Podemos decir que el departamento y sus sistemas productivos se ven beneficiados de manera directa o indirecta por las áreas protegidas y los servicios ecosistémicos que estas generan, tanto para las comunidades que viven dentro o en inmediaciones de estas, como para las poblaciones que se benefician indirectamente de estas”, añadió.
Gómez destacó que se está conservando un departamento de por sí privilegiado. “En términos de territorio, frente a todo Colombia, somos como el 1,9 % del área terrestre, pero tenemos una altísima biodiversidad, representada en 8 biomas y 35 ecosistemas que albergan allí un porcentaje que oscila entre 40 % y 50 % de la biodiversidad de Colombia”, indicó.
“El Valle es como una representación chiquita de Colombia, tenemos zona marina con playas y manglares; tenemos un andén Pacífico; tenemos bosques andinos, subandinos, ecosistemas muy secos, casi desérticos; en el valle interandino del Río Cauca tenemos bosques secos y humedales, páramos y todo en un pedacito muy pequeño, y hemos avanzado con las áreas protegidas en la representatividad de la mayoría de estos ecosistemas, ya estamos más o menos con un parte de tranquilidad porque hemos logrado una representación de más de 17 % en 6 de los 8 biomas”, explicó la bióloga.
El lanzamiento del Mes de las Áreas Protegidas se realizó en el auditorio Los Almendros en la Universidad Javeriana de Cali y contó con intervenciones de expertos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Instituto Humboldt, la WWF, la Universidad Javeriana y organizaciones internacionales, entre otros.
La celebración incluye salidas a campo y eventos académicos cuya programación puede consultarse en las redes sociales del SIDAP Valle: en Facebook como SIDAP Valle del Cauca, y en Instagram como Sidap_valledelcauca.
Un modelo de protección ambiental que se exporta
En el Valle del Cauca hay cerca de 5.000 hectáreas en restauración y 25.000 más en manejo sostenible gracias a los Acuerdos Recíprocos por el Agua (ARA). Ante ese éxito, la metodología usada en este departamento servirá de modelo para fortalecer los procesos que se vienen adelantando en otros países.
El hecho se dio a conocer durante el Segundo Encuentro de Acuerdos Recíprocos por el Agua, realizado en Bolivia, en el que, además de este país y Colombia, participan experiencias de Perú, Ecuador y de la organización de cooperación internacional noruega Grid Arendal.
“El objetivo principal del encuentro es el potencializar la experiencia que se tiene en cada uno de los países y en Colombia tenemos elementos que no se encuentran en otros ARA ni de Perú, Ecuador o Bolivia, entonces la CVC quedó representada como una entidad que ha innovado fuertemente en términos metodológicos y eso nos hace atractivos porque hemos tenido muy buenos resultados y elementos de sostenibilidad, orientados a mitigar los efectos adversos del cambio climático”, relató Gloria Suárez, coordinadora de los ARA en la CVC.
Los ARA son una estrategia que, a través de mercadotecnia social, busca llegar a propietarios en las cuencas altas de los ríos y a los usuarios en la parte baja para que se enamoren de su cuenca, y aprendan a apreciar el valor del agua y los bosques y firmen acuerdos por su conservación. Aunque la CVC inició de la mano de una ONG internacional, hace varios años está ‘volando sola’ al adaptar y mejorar la metodología con resultados que han llamado la atención a nivel internacional.
Así, la CVC ha logrado en el Valle la firma de 148 acuerdos ARA, cerca de 5.000 hectáreas en restauración, más de 25.000 hectáreas en manejo sostenible, 54.000 personas beneficiadas, 350 hectáreas de manglar en conservación y 16 de humedales en restauración. Además, en las cuencas intervenidas se han mejorado los índices de calidad de agua en niveles satisfactorios, se ha aumentado la cobertura boscosa, logrado cambios de comportamiento de la comunidad y una mejor opinión frente a la autoridad ambiental.
La CVC pudo mostrar estos resultados y su metodología a nivel internacional gracias a la invitación de la Fundación Natura de Bolivia, que conoce el trabajo de la Corporación en el Valle y participó del Primer Encuentro Internacional de ARA en Cali.
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