Si bien la presencia del transporte pirata en Cali no es nueva, desde hace algunos meses este tipo de movilidad se ha desbordado en la ciudad. Hoy son cada vez más los puntos estratégicos en los que los caleños pueden subirse a los “piratas”, un fenómeno que ha posibilitado acrecentar la crisis actual del MIO y pone en jaque a las mismas autoridades de tránsito.
Grandes sumas de dinero, falta de control, alianzas entre los “piratas” y algunos guardas de tránsito de la ciudad, y una alta preferencia por parte de los caleños -ante el deficiente servicio y las pocas frecuencias de rutas del MIO-, son algunos de los ingredientes que han hecho que el transporte pirata en Cali siga teniendo más demanda y con esto mayor oferta.
Lo invitamos a observar el reportaje especial audiovisual que en Cali24Horas preparamos sobre el tema, a propósito además de nuestro segundo aniversario de circulación.
Son como una empresa
El transporte pirata en Cali también funcionan como empresas. Están organizados en una especie de cooperativa donde también se venden cupos para particulares que quieren entrar en este servicio ilegal. Tiene una red de campaneros e informantes con radio a las afueras de centros comerciales donde hacen ‘pista’ o a lo largo de rutas como la Pasoancho, la avenida Ciudad de Cali y la calle 70, que alertan sobre la presencia de retenes o agentes de tránsito y policías.
Usan carros viejos, a veces sin revisión mecánica y sin seguros de responsabilidad civil extracontractual que no les brindan garantías a los usuarios en casos de accidentes. A ellos se suman ahora los buses del antiguo Transporte Público Colectivo que están llenando los espacios que ha dejado el MÍO en el oriente de la ciudad y pugnan por regresar con sus rutas y unos 500 buses a la ciudad como lo hacían antes del MÍO con su ‘guerra del centavo’.
Lea también: OMS declara la viruela del mono como emergencia de salud pública preocupante
Síguenos en nuestras redes sociales:
¡Suscríbete GRATIS para recibir nuestro diario vespertino todos los días en tu WhatsApp!