En medio de la creciente tensión entre Rusia y Occidente, el Ministerio de Defensa ruso sorprendió al mundo en la mañana de este jueves al anunciar que el almirante Nikolái Yevménov, jefe de la Armada, dirigirá entre enero y febrero unos “juegos navales en los que participarán 140 buques artillados, más de 60 aviones, unos 10.000 soldados y un millar de equipos militares”.
“La Armada efectuará una serie de ejercicios en todas las zonas donde su flota tiene responsabilidad, aguas y mares adyacentes al territorio ruso y en zonas de importancia operativa de los océanos del mundo, con el objetivo de defender los intereses nacionales rusos y la lucha contra las amenazas militares externas”, agrega el escueto comunicado.
La información fue calificada como “preocupante” por Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano de visita en Europa esta semana con la misión de reducir las asperezas entre Rusia y Ucrania. El funcionario se refiere especialmente a un apartado del comunicado del Ministerio de Defensa ruso en donde se precisa que “los buques y aviones realizarán sus ejercicios tanto en las aguas territoriales como en las internacionales”.
Los rusos ya dieron la largada a 6 grandes buques de desembarco de las flotas del norte y del Báltico que zarparon desde el puerto de Baltisk rumbo al Mediterráneo. A la par con el anuncio, unidades de la infantería de marina rusa llegaron hoy a Bielorrusia para las maniobras bautizadas como Determinación aliada-2022.
Estos ejercicios son los que más incomodan a la OTAN, ya que no solo tienen lugar cerca de la frontera ucraniana, sino que proponen evaluar las capacidades de las fuerzas de reacción rápida rusas y bielorrusas en 4 aeródromos y 5 polígonos militares.
Blinken, secretario de Estado norteamericano, prometió ayer en Kiev mayor ayuda militar a Ucrania y alertó de que es el mismo presidente ruso, Vladímir Putin, quien dirige las maniobras en la frontera, además, afirmó que tiene la capacidad de “duplicar” su presencia militar en esa región en “muy poco tiempo”.
El funcionario aclaró que tanto Estados Unidos como los aliados europeos no dudarán en dar una respuesta “unida, rápida y masiva” en caso de que “alguna fuerza militar rusa cruce la frontera y cometa nuevas agresiones”. Más allá de las advertencias, Blinken fue enfático en que la salida a la tensa situación puede lograrse “a través del diálogo y no de la agresión”.
Moscú niega que entre sus planes se encuentre una invasión a Ucrania y defiende su derecho a realizar maniobras en su territorio y en los márgenes de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia, al tiempo que rechaza que estas representen una escalada en la frontera con el vecino país.
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