La muerte del Gilberto Rodríguez Orejuela tomó por sorpresa a gran parte de la sociedad colombiana este miércoles 1 de junio, tal como años atrás los carros bombas y atentados explotaban por todo Cali y Medellín en medio una guerra que libraron los hermanos Rodríguez Orejuela contra el Pablo Escobar y el Cartel de Medellín.
Bien sabido que Gilberto Rodríguez Orejuela, alias El Ajedrecista, fue uno de los grandes cerebros de una de las organizaciones más rentables dedicada al negocio del narcotráfico: el Cartel de Cali. Fue justamente el dominio de rutas y sed de poder en el negocio de la droga lo que llevó a Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela a enfrentarse contra Pablo Escobar.
La ola de violencia que durante el siglo pasado azotó a Colombia se vio ampliamente reflejada y recrudecida por los diversos atentados que entre los carteles de Cali y Medellín se hacían, quedando en medio la población civil.
Comienzo de una guerra anunciada
Fue en el año 1988 cuando la explosión de un carrobomba en una de las propiedades insignia de Pablo Escobar, el Edificio Mónaco, inició una sangrienta guerra entre los carteles de Medellín y Cali, luego de que miembros de este último hicieran estallar la edificación.
Luego de aquel atentado que tuvo acción un 11 de enero de 1988, el cartel de Medellín destruyó 5 sedes de Drogas La Rebaja, empresa que por tiempo fue uno de los lavaderos de dinero del Cartel de Cali y de Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela.
Durante los años que duró la guerra entre Pablo Escobar y los hermanos Rodríguez Orejuela, se contaron por lo menos, según cifras de las autoridades, 80 muertos Colombia y otros tantos en ciudades como Nueva York y Miami, claves para los carteles liderados por los excapos del narcotráfico.
Los PEPES, Perseguidos por Pablo Escobar
Gilberto Rodríguez Orejuela y su hermano Miguel fueron ampliamente colaboradores de las autoridades en su tarea de dar de baja a Pablo Escobar, tanto así que incluso por medio del Cartel del Cali se creó un grupo de asesinos quienes bajo el nombre de Los PEPES, pretendían colaborar y acabar con la vida de Escobar.
Tras el asesinato de Pablo Escobar a manos del Bloque de Búsqueda de la Policía, Gilberto Rodríguez Orejuela y su hermano Miguel fueron capturados en 1995, en medio de la presidencia de Ernesto Samper, quien además resultó salpicado por los excapos luego de que estos aseguraran haber donado dineros del narcotráfico a la campaña del ya mencionado expresidente.
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