La Organización Meteorológica Mundial, OMM, expidió un informe este martes en donde retrató el oscuro panorama del acceso al agua que, desde ya, predice una crisis global.
El estudio resume que el número de personas afectadas por el llamado “estrés hídrico” o dificultad para tener acceso al agua aumentará considerablemente por el crecimiento de la población; además, la disposición del recurso hídrico cada vez será menor.
Esta no es una problemática que se suscita durante el 2021, pues en el 2018 cerca de 3600 millones de personas tenían un acceso inadecuado al agua por al menos 1 mes en ese año. Sin embargo, esta es una situación que crecerá de manera exponencial: se estima que para el 2050 la cifra crezca a más de 5000 millones de personas.
“La falta de agua sigue siendo una causa importante de preocupación para muchas naciones, especialmente en África. Más de dos mil millones de personas viven en países con estrés hídrico y sufren la falta de acceso a agua potable y saneamiento”, aseguró Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
Esto indica que el mundo está muy atrasado con respecto al Objetivo de Desarrollo Sostenible No. 6 de la ONU, ODS 6, para garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos. Por ello, el secretario expresó que “necesitamos despertar a la crisis del agua que se avecina”.
¿Cuál es la causa?
En los últimos 20 años el almacenamiento de agua terrestre en la superficie de la tierra y en el subsuelo, incluida la humedad del suelo, la nieve y el hielo, se ha reducido a un ritmo de 1 cm por año. Las mayores pérdidas se producen en la Antártida y Groenlandia, pero muchos lugares densamente poblados en latitudes bajas están experimentando pérdidas significativas de agua en áreas que tradicionalmente proporcionaban suministro de agua.
Pero este no es el único peligro relacionado con el agua. Desde el 2000, los desastres relacionados con las inundaciones han aumentado en un 134 % en comparación con las 2 décadas anteriores.
“Las lluvias extremas causaron inundaciones masivas en Japón, China, Indonesia, Nepal, Pakistán e India. Millones de personas fueron desplazadas y cientos murieron. Pero no es sólo en el mundo en desarrollo donde las inundaciones han provocado grandes trastornos. Las inundaciones catastróficas en Europa también dejaron cientos de muertos y daños generalizados”, señaló el secretario de la OMM.
Asimismo, en el informe se estableció que estas tragedias tienen una relación directa con el calentamiento global. “El aumento de las temperaturas está provocando cambios en las precipitaciones mundiales y regionales, lo que lleva a cambios en los patrones de lluvia y en las estaciones agrícolas, con un impacto importante en la seguridad alimentaria y la salud y el bienestar humanos”, advirtió Taalas.
Recomendaciones de la OMM
Invertir en la gestión integrada de los recursos hídricos como solución para gestionar mejor el estrés hídrico.
Invertir en sistemas de alerta temprana de sequía e inundaciones de extremo a extremo en los países menos adelantados en situación de riesgo.
Llenar el vacío de capacidad en la recopilación de datos para las variables hidrológicas básicas.
Mejorar la interacción entre las partes interesadas a nivel nacional para desarrollar conjuntamente y poner en funcionamiento los servicios climáticos con los usuarios de la información para apoyar mejor la adaptación en el sector del agua.
Llenar las lagunas de datos sobre los servicios climáticos en el sector del agua, a la Coalición Agua y Clima.
La OMM lo organiza en respuesta a la necesidad de desarrollar políticas integradas y soluciones prácticas mejoradas.