Aunque Cali muestra una mejoría en el balance general de la actividad delictiva registrada en 2020, ya que los indicadores de delitos como homicidios y hurtos disminuyeron, las autoridades reconocen que no se puede bajar la guardia para lograr que en 2021 la ciudad reduzca los 1078 asesinatos y los 19.863 atracos que se reportaron en 2020.
El análisis de los datos es una de las herramientas con que cuenta Carlos Rojas, secretario de Seguridad y Justicia, para definir y orientar los esfuerzos en la lucha contra el crimen.
A través del Observatorio de Seguridad se procesan múltiples variables que permiten diseñar estrategias diferenciadas y focalizadas en el territorio para contrarrestar el accionar de los delincuentes. En esa dinámica, el Informe Espacial de los Delitos de Alto Impacto es un documento fundamental que permite comprender las lógicas del crimen en la ciudad y, su última versión, trae datos que muestran algunos patrones delictivos.
Dinámica homicida
De los 1078 homicidios registrados en Cali el año pasado, 390 se cometieron en 24 barrios de la ciudad.
“Su distribución espacial muestra una tendencia de mayor ocurrencia en el oriente y la ladera”, los sectores más afectados por este flagelo. La mayoría de estos barrios se ubican en las comunas 1, 13, 14, 15, 20 y 21, “donde se encuentran territorios con alta vulnerabilidad social”, dice el documento.
Los expertos del Observatorio aplican la metodología de Kemel para analizar la densidad y el comportamiento del homicidio utilizando tres variables: concentración, la extensión y la conectividad. Esto les permitió definir tres zonas donde la Administración “debe prestar especial atención en la ejecución de estrategias que puedan contener la dinámica homicida”.

La primera comprende una gran extensión e incluye múltiples barrios como El Vergel, El Retiro, Comuneros I, Mojica, Laureano Martínez y una parte del Vallado. La segunda área agrupa los barrios Manuela Beltrán Marroquín I, Promociones Populares B. La tercera agrega los barrios Marroquín II y Los Lagos. En estos lugares se maneja como principal problema que desata la violencia homicida “las fronteras invisibles y tensiones territoriales por microtráfico”, siendo la avenida Ciudad de Cali una posible frontera en el caso de Marroquín II y Los Lagos.
Entre las conclusiones del informe se destaca que “esta dinámica de concentración homicida está casi ausente de comunas con menos vulnerabilidad social como son la 2, 19, 17 y 22”.
Hurtos en el centro y al comercio
Distinto a lo que ocurre con los asesinatos, los atracos en Cali ocupan se concentran en otro tipo de territorios, según el documento del Observatorio de Seguridad, “el hurto se concentra en comunas con baja vulnerabilidad social y muestra una tendencia de mayor ocurrencia en barrios donde predomina el comercio y un alto flujo de personas”.
El modo de operar de los atracadores es similar en las comunas 2, 3, 17 y 19, donde los asaltos ocurren con mayor frecuencia, enfocados en personas y establecimientos. Mientras que el robo de celulares se concentra en la zona céntrica de la ciudad, aunque también aparece en menor medida en las comunas referidas.

El informe dice que es notorio que los tres barrios donde más robos se cometieron en 2020 se encuentran ubicados en el centro de la ciudad, “formando un clúster de la dinámica del hurto. La única modalidad de robo que cambia esa tendencia territorial es la de motocicletas, la cual se concentra en las comunas 14 y 21, territorios donde es el principal vehículo de transporte”, concluye el documento.

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