Alerta la ONU que el planeta alcanzó un nivel de calentamiento sin parangón en los últimos 2000 años y despeja toda duda: “Los seres humanos somos los responsables de esta situación que amenaza nuestra existencia”.
“El informe de hoy es un código rojo para la humanidad”, fue la frase inicial con la que Antonio Guterres, secretario general de la ONU, presentó este lunes los resultados del último gran informe del panel de expertos que completa más de tres décadas estudiando y advirtiendo sobre las causas y consecuencias del cambio climático para la humanidad.
“quema de combustibles fósiles y la deforestación están asfixiando nuestro planeta”
“Las alarmas son ensordecedoras y la evidencia es irrefutable: las emisiones de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles y la deforestación están asfixiando nuestro planeta y poniendo a miles de millones de personas en riesgo inmediato. El calentamiento global está afectando a todas las regiones de la Tierra, y muchos de los cambios se vuelven irreversibles”, afirmó el portugués a cargo de la ONU.
Guterres aseguró que “la viabilidad de nuestras sociedades depende de la actuación de gobiernos, empresas y ciudadanos para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados en lo que resta de este siglo”.
El informe al que hace referencia el Secretario General fue dado a conocer por el Grupo Intergubernamental de Expertos Sobre el Cambio Climático, IPCC (por sus siglas en inglés), un equipo conformado por científicos de 66 países que comenzó a estudiar sobre el fenómeno en 1988. El documento, que actualiza el informe difundido en 2013 sobre los impactos y el origen del calentamiento, es un trabajo extenso y profundo que revisó 14.000 artículos científicos y referencias publicadas hasta ahora para realizar su síntesis sobre los efectos físicos producidos por este fenómeno y los posibles escenarios en función de los gases de efecto invernadero que emita la humanidad en las próximas décadas.
Datos ‘calientes’
Una de las principales conclusiones del informe es que los científicos consideran “sin ninguna duda” que “el comportamiento de la humanidad calentó la atmósfera, el océano y la tierra”, terminando para siempre con la polémica sobre quién es responsable. Según el IPCC por la acción del ser humano este grave fenómeno ha sido posible y sus resultados son “cambios rápidos en el clima del planeta” sin precedentes en los últimos 2000 años, los cuales, en algunos casos, serán “irreversibles” durante siglos o incluso milenios.
La forma en que se ha calentado el planeta es, fundamentalmente, a través de los gases que se liberan al quemar combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural, para generar energía. Desde la Revolución Industrial, que comenzó en el siglo XVIII, las emisiones no han parado de crecer y hoy alcanzan niveles nunca registrados. Según los expertos, “la concentración en la atmósfera del dióxido de carbono (CO2), considerado el principal gas de los que calientan la Tierra, es la más alta a la que se ha llegado en los últimos 2 millones de años. De otro lado, la cantidad de metano y óxido nitroso, los otros 2 gases que aportan al calentamiento global, no habían alcanzado unos niveles tan altos en los últimos 800.000 años”.
El resultado de las concentraciones inusuales de gases es contundente: “el aumento de la temperatura media global ha llegado a los 1,1 grados respecto a los niveles de antes de la era industrial. Además, el ritmo en que el planeta se calienta no tiene parangón en los últimos 20 siglos”, señaló el informe del IPCC.
Aumento de la temperatura
Los científicos adviertieron que el incremento de la temperatura continuará al menos hasta la mitad del siglo, “independientemente de lo que haga la humanidad”. Por eso, junto al informe, lanzaron un “código rojo”, ya que a partir de 2050 la vida de los seres humanos estará en un mayor riesgo puesto que, según sus proyecciones, “no se logrará que el nivel de calentamiento permanezca entre 1,5 y 2 grados, a menos que se produzcan reducciones inmensas en las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero en las próximas décadas”.
El documento estimó que, a finales del siglo XXI, si las emisiones siguen creciendo al mismo ritmo, la temperatura de la tierra habrá aumentado 4,4 grados, lo que generaría un escenario catastrófico pues se multiplicarían también la intensidad y frecuencia de los fenómenos climáticos extremos. Los científicos mencionaron que la última vez que el planeta llegó a un nivel de calentamiento por encima de los 2,5 grados fue hace 3 millones de años, cuando no era habitado por ningún ser humano.
La segunda conclusión del informe es la relación “directa” entre calentamiento global y los fenómenos meteorológicos extremos como son los incendios forestales en California y Bolivia, la intensa ola de calor en Canadá, así como las inundaciones en el centro de Europa o en China y los recientes incendios asociados al calor en la cuenca del Mediterráneo, hechos anómalos que han registrado un aumento en su intensidad durante los últimos 3 años; el mismo tiempo que le tomó al equipo de científicos del IPCC preparar sus conclusiones.
“Es prácticamente seguro que las olas de calor extremas se han vuelto más frecuentes e intensas en la mayoría de las regiones terrestres desde la década de 1950, así como las precipitaciones intensas en la mayor parte de la superficie del planeta, mientras que los extremos fríos se han vuelto menos frecuentes y graves, siendo el cambio climático inducido por el hombre el principal impulsor de estos fenómenos”, destacó el documento.
Sergio Serrano, investigador del Instituto Pirenaico de Ecología y uno de los autores del capítulo referido a los eventos extremos, señaló que las evidencias sobre esta vinculación “son mucho más robustas que en los informes anteriores”. En 2013, por ejemplo, se analizaba aún la posibilidad de que estos fenómenos aumentaran en violencia y frecuencia debido a la energía que acumulaba en la atmósfera por el calentamiento, pero ahora los avances de la tecnología, con computadores y equipos de medición más potentes capaces de captar y gestionar muchos más datos, han posibilitado a la ciencia atribuir la ocurrencia de los fenómenos extremos al cambio climático inducido por el hombre. “Un gran paso para que la humanidad enfoque las acciones que nos permitan reducir esta crisis”, sostuvo Serrano.
Sin embargo, mientras llega la Cumbre Mundial del Clima en noviembre próximo y los países asumen nuevos compromisos para disminuir el calentamiento global, el informe advirtió que “habrá una ocurrencia creciente de algunos eventos extremos sin precedentes en el registro de observación como sequías en tierras agrícolas y olas de frío extremo en zonas templadas”, esto pasará incluso “si se logra cumplir la meta de sostener un aumento de apenas 1,5 grados”.
Aunque la cifra parece pequeña, el reto es mayúsculo, como explicó la climatóloga argentina Carolina Vera, una de las vicepresidentas del grupo de trabajo del IPCC: “Para lograrlo hacen falta reducciones rápidas, sostenidas y a gran escala, además, vamos a necesitar capturar el dióxido de carbono que ya hay en la atmósfera a través de sumideros naturales, como los bosques, o soluciones tecnológicas”. La reducción de las emisiones tardaría entre 20 y 30 años en mostrar sus efectos en las temperaturas globales, pero el informe dice que “los beneficios en la calidad del aire llegarían rápidamente”.
Cambio de paradigma
Pep Canadell, director del Proyecto Global de Carbón y uno de los científicos responsables del informe del IPCC, consideró que “haber tirado por la ventana las posibilidades y las probabilidades y concluir que es un hecho que el calentamiento se debe a la humanidad es un cambio de paradigma y, como tal, requiere un nuevo enfoque y nuevos compromisos para mitigarlo”.
Al conocer el informe, Alok Sharma, presidente de la próxima y decisiva Cumbre Mundial del Clima que tendrá lugar en noviembre en Glasgow, Escocia, puntualizó que “la próxima década es decisiva. La ciencia es clara, los impactos de la crisis climática pueden verse en todo el mundo y si no actuamos ahora, seguiremos viendo cómo los peores efectos impactan en las vidas, los medios de vida y los hábitats naturales de quienes habitamos el planeta”.
El llamado a la acción hecho esta mañana por Sharma ha tenido eco inmediato y, por ejemplo, Teresa Ribera, ministra española para la Transición Ecológica, pidió “intensificar los esfuerzos de adaptación al cambio climático. Las alteraciones del clima se suceden a un ritmo cada vez más acelerado y la evidencia científica nos empuja a los gobiernos y al conjunto de la sociedad mundial a acelerar el ritmo de transformación de nuestro modelo de desarrollo y de nuestro sistema económico para hacer frente a la gran amenaza que representa el cambio climático”.
En este mismo sentido, pero anticipando las conclusiones del informe de IPCC, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, anunció la semana pasada un acuerdo con las tres compañías que fabrican vehículos más grandes de su país, en el cual se comprometen a que para 2030 la mitad de sus ventas serán de automóviles con cero emisiones, propulsados por tecnologías limpias como la electricidad.
Arde Bolivia
Entre las conclusiones del informe de la ONU sobre el calentamiento global, los fenómenos extremos son tal vez la consecuencia más visible que ya está afectando a países vecinos en el continente. Tal es el caso de Bolivia que lleva 1 semana con 2 incendios y a la fecha reporta más de 150.000 hectáreas quemadas. Una zona del sureste de Bolivia arde desde el pasado 1 de agosto, cuando se iniciaron los primeros incendios forestales. Y poco a poco, la tragedia ha ido aumentando.
Julio Fuentes, coordinador del programa Manejo de Fuego de la Gobernación de Santa Cruz, explicó a la agencia EFE que la mayor afectación ha sido en la localidad de San Matías, que pertenece al departamento de Santa Cruz y queda ubicada a escasos kilómetros de la frontera con Brasil. El departamento, además, hace parte de la Amazonía boliviana. Las autoridades locales ya cumplen una semana intentando repeler el fuego con maquinaria pesada.
Pero San Matías no ha sido el único lugar afectado. La localidad de Roboré también se encuentra bajo fuego. Además de los 2 incendios activos en dichos municipios, Fuentes agrega que la Gobernación de Santa Cruz detectó este domingo unos 35 focos de quema activos.
Todo esto ha ocasionado la quema de más de 150.000 hectáreas en una zona de alto valor ambiental en Bolivia. El Viceministerio de Defensa Civil señaló la misma cifra afectada después de hacer un sobrevuelo por la zona. Las llamas están devorando parte de La Chiquitanía, una región de transición entre el Chaco y la Amazonía, que es además el bosque seco tropical más extenso y mejor conservado de todo el orbe.
Esta es la misma región azotada por los incendios forestales de 2019 que consumieron más de 6,4 millones de hectáreas de vegetación de todo el país, según el Centro de Documentación e Información de Bolivia. Una de las consecuencias de ese entonces fue que más de 2,3 millones de animales desaparecieron de áreas protegidas que quedan en el bosque de La Chiquitanía, según informó en su momento a la agencia AFP, Sandra Quiroga, jefa de Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional Ecológica de Santa Cruz.
Lanzan campaña ‘Transporte Sin Humo’
La Superintendencia de Transporte de Colombia lanzó esta mañana la campaña #TransporteSinHumo a través de las redes sociales de la entidad, iniciativa apoyada por Ángela Orozco, ministra de Transporte, y por todas las entidades que a nivel nacional, departamental y municipal gestionan la movilidad en el país.
Según explicó la ministra “se trata de una estrategia para fomentar en los ciudadanos que reporten aquellos ‘vehículos chimenea’ ante las autoridades de control, en este caso directamente a la Superintendencia que direcciona en sus aliadas territoriales la atención de los casos para multar o sacar de circulación a quienes más contaminan las vías de nuestro país”.
Con la iniciativa la Superintendencia de Transporte y demás autoridades buscan mejorar la calidad del aire de los centros urbanos y ofrecer una mejor calidad de vida a los ciudadanos. “Así estamos contribuyendo para que nuestro sector sea cada vez más competitivo y responsable con el planeta, a través de ‘Transporte Sin Humo’, involucramos a todos los colombianos en una lucha que nos compete a todos”, concluyó la Ministra durante la rueda de prensa.
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