A través de un comunicado la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, confirmó que dadas las condiciones hidroclimatológicas que se han venido evidenciando durante estas últimas semanas, el fenómeno de La Niña estará presente en el departamento hasta mediados de este año, lo que ocasionará el aumento de las precipitaciones en las zonas norte y sur del territorio.
Según la entidad, este comportamiento del fenómeno -que ahora se junta con la primera temporada de lluvias del 2022 prevista para el periodo marzo-junio- traería consigo la ocurrencia de emergencias súbitas como derrumbes, deslizamientos y crecidas de ríos; no obstante, no se descarta que tengan lugar incendios forestales en algunas zonas del departamento por las sequías.
Estas anomalías climáticas por las bajas precipitaciones estarían afectando principalmente a la zona céntrica del departamento, en donde se ha podido evidenciar un régimen de lluvias diferente al resto de sectores en los que han prevalecido lluvias intensas, sectorizadas o generalizadas.
Precisamente, precipitaciones de este tipo son las que se van a seguir registrando a lo largo de estos meses del año, con lo que aumentan las probabilidades entre un 67 % y un 70 %, principalmente durante este primer trimestre y con altas posibilidades de que llegue así hasta mayo. Cabe resaltar, de igual modo, que estas lluvias se alternarían con periodos secos de 1 ó 2 días.
Lluvias diferenciales en cuencas saturadas
Una de las preocupaciones que se tiene por las lluvias en la región es por cuenta de la intensidad diferencial que está llegando con el fenómeno, lo cual ha provocado que gran cantidad de agua caiga sobre cuencas saturadas y ha elevado así la probabilidad de eventos hidroclimatológicos que causen emergencias como la sucedida esta semana en la zona de la quebrada Las Cañas.
Óscar Ramírez, director de Hidroclimatología de la CVC, explicó que si bien aún es difícil estimar un porcentaje exacto del superávit que se puede presentar durante estos meses del fenómeno de La Niña en el Valle, teniendo en cuenta el recuento del año pasado, en donde hubo zonas con excesos del 100 %, se estima que en promedio este año el aumento de lluvias ronde entre el 30 % y el 40 %.
“Este porcentaje de superávit es una muestra de cómo está cambiando el clima y la climatología. Además, algo importante a tener en cuenta es que los ecosistemas están teniendo reacciones a esto, pues estaban acostumbrados a dos picos de lluvia y de sequía. Esta situación podría favorecer a algunos cultivos y afectar a otros, entonces en algunos casos van a haber bajas producciones”, puntualizó.
Ríos del departamento, bajo la lupa
Si bien el fenómeno de La Niña va a ser diferente en cada una de las zonas del Valle, la recomendación que se ha dado tanto a las autoridades de gestión del riesgo como a la comunidad en general, es a estar atentos y alertas con los ríos que fluyen por las cordilleras Central y Occidental, pues estos son los que, por el momento, tienen altas probabilidades de provocar calamidades públicas.
Ríos como el Amaime, Fraile, Bugalagrande y Guadalajara, que drenan por la cordillera Central, tienen un gran potencial de generar emergencias más graves que los que drenan por la cordillera Occidental; sin embargo estos últimos no se deben descuidar pues también atraviesan ciudades importantes del departamento.
“Si bien los ríos de la cordillera Occidental son más pequeños y tienden a tener precipitaciones tipo látigo, es decir, lluvias tipo chorro sobre la microcuenca de los afluentes, tienen gran potencial de contingencia desde el punto de vista hidroclimatológico, así las cosas no se debe bajar la guardia”, manifestó Oscar Ramírez, director de Hidroclimatología de la CVC.
A las preocupaciones que tiene Ramírez por el comportamiento anómalo de la hidroclimatología en el departamento, se suma también lo que puede venir después con la temporada de sequía, pues podría ser bastante complicada dadas las condiciones de exceso de humedad que se están evidenciando. “Vamos a entrar a la primera temporada húmeda del año con un gran exceso, en mayo esto podría estar más complicado”.
Adaptabilidad y prevención
Ante el difícil panorama, desde la CVC se ha recomendado mantener planes de prevención, contingencia y atención de eventos que podrían ocurrir a causa de las anomalías climáticas. Además de prestar atención a la información que se genere desde los organismos del orden local y nacional en los que se indique el grado de humedad de las cuencas, lo cual ayuda a observar la probabilidad de estos eventos.
Finalmente a la comunidad en general se le recomendó no exponerse a situaciones de peligro y estar atentos al comportamiento de los ríos que atraviesan las diferentes ciudades, pueblos y veredas del Valle del Cauca.
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