Nuestra posición como medio de comunicación ha sido claramente definida bajo la línea de pensamiento socialdemócrata, que no hemos pensado en alterar ni fue definida para ser alterada por el curso movible de los sucesos políticos y las determinaciones de los partidos.
Ante todo, por encima de todo, dar el anuncio insospechable que puede el país escoger el gobierno que considere, sin que nadie tema que inclinemos la información hacia uno u otro lado. Nuestra postura es invariable de información objetiva, sin acudir a la subjetividad que plantee indicios de algún tipo de inclinación o preferencia.
Mantenemos, por tanto, nuestra posición en el sentido de que ningún gobierno puede nacer sin la opinión de la mayoría de los ciudadanos, libre y rectamente expresada, ni sobrevivir cuando le falte.
No habrá fuerza capaz de impedirnos reconocer la victoria a quien la obtenga, ni nadie podrá obligarnos a proceder contra nuestra conciencia, por lo que no reconocemos adhesiones clandestinas a cualquier candidato.
El colombiano, en general, no tiene ni la cultura, ni la independencia económica, ni el tiempo para defenderse, como en otras democracias, de las formas de coacción que ejercen poderes económicos y políticos vivamente interesados en las modalidades y temperamentos del futuro gobierno.
A ello se le agrega el abusivo y criminal empleo de los instrumentos administrativos, tan influyentes en la esfera inferior de los alcaldes y gobernadores, para obligarlos a tomar una solución que de otra manera hubieran rechazado.
El pueblo vallecaucano está coaccionado a tomar sus determinaciones, haciendo cálculos sobre la inclinación que tomen sus gobiernos departamental y local, que lo que debieran hacer, responsablemente, es convertirse en un inflexible cerco de protección a la autonomía del ciudadano para inducirlo a votar en un austero proceder, como vigilantes de la rectitud del escrutinio y en instrumento de republicana lealtad a la Constitución para la entrega del poder a quien lo obtenga legítimamente en las urnas.
Cuidado, no vaya a ser que la unión que desde ahora se presagia, del Partido de la U con el Pacto Histórico, sea la coalición que quede montada para elegir futuro gobernador del Valle del Cauca y futuros alcaldes en todo el departamento, incluido, por supuesto, el de Santiago de Cali.
Porque el olor que llega del chocolate hace sentir que eso es lo que se está cocinando. Falta un último hervor, que se anuncia para hoy o mañana, porque los otros dos se dieron desde hace rato: desde cuando se unieron para elegir a la actual gobernadora y al actual alcalde de Cali.
Lea también: Una propuesta para la paz | Editorial CALI 24 Horas
Síguenos en nuestras redes sociales:
¡Suscríbete GRATIS para recibir nuestro diario vespertino todos los días en tu WhatsApp!