¿Tendrá Cali un gobierno de izquierda en las próximas elecciones de alcalde? ¿El Pacto Histórico podría llegar a manejar la administración municipal si se mantiene la tendencia electoral del momento?
Y pregunto si lo tendrá porque, aunque muchos consideren que el Gobierno que tenemos actualmente en la ciudad es de izquierda por el origen del mandatario en ejercicio, la realidad es otra.
Ospina, que llegó a la Alcaldía por el Partido Verde, luego de no encontrar más espacio en el Polo Democrático y en el Progresismo de Petro, no es un digno representante de la izquierda.
A lo mejor predica su doctrina, pero no la practica. Claramente tiene orígenes paternales en esa causa e, incluso, estudió en Cuba, pero el ejercicio de sus Gobiernos -este y el anterior que tuvo- no representan decididamente esa tendencia ideológica.
Su Gobierno es una extraña mezcla de nihilismo y egocentrismo que parece negar toda doctrina y centrarse más en sí mismo, porque más allá de las prédicas de sus planes de desarrollo y de inversiones, la práctica no expresa una opción por los pobres, ni camina decididamente por lo social, ni logra impactar los objetivos de equidad e igualdad de la izquierda socialista que es su venero.
Por el contrario, el enfoque duro de sus planes han sido las megaobras, las obras faraónicas de infraestructura que ponen tanto cemento en la ciudad y menos comida en la mesa de la gente. Que sirven para firmar grandes contratos y, claro, ofrecen desarrollo físico a la urbe, pero no impactan allí donde la izquierda socialista, coherente con su doctrina, debiera impactar.
El programa Hambre cero para Cali no registraba avance alguno hasta el corte del año pasado y miles de niños, madres y marginados seguían prácticamente muriéndose de hambre. Ni siquiera había ollas comunitarias como en otros gobiernos. La educación pasa por su peor momento en calidad. La seguridad ciudadana estuvo en segundo plano con ejecuciones apenas superiores al 30 %. La movilidad ni se diga.
El apoyo al emprendimiento que sería la más clara y mejor ayuda que se podría brindar a miles de caleños que necesitan capital semilla y subsidios para dar el primer paso en su activación económica, se enredó en los procesos administrativos. Sería bueno saber cómo se utilizaron los $50.000 millones aprobados en el Fondo de Solidaridad para los más necesitados.
Ospina llegó a la Alcaldía aupado por fuerzas de derecha y la mayoría del Concejo con los que reparte la burocracia y la contratación. Pero ahora soplan vientos de izquierda. La realidad social y política del país y, por supuesto, de Cali y su región muestran claras tendencias electorales a favor del Pacto Histórico. No porque el actual alcalde haya hecho lo necesario para propiciarlo -porque fue uno de los grandes derrotados en las pasadas elecciones en las que no consiguió que eligieran a sus candidatos a la Cámara-, sino por las fuerzas sociales y políticas que reaccionan contra el establecimiento del cual él ha hecho y hace parte.
Según el Centro Nacional de Consultoría, la región Pacífico votaría en un 43 % por Petro, con lo que se convierte en la zona del país que más participación porcentual tiene por el candidato de la coalición de izquierda Pacto Histórico.
‘Fico’, el candidato que está aglutinando las fuerzas de derecha y algunas del centro, solo alcanzaría el 14 % de la votación en la foto de hoy.
En la encuesta de Yanhaas así están las cosas para las presidenciales en nuestra región Pacífico: el Pacto Histórico se impone con 59 %, y ha venido ganando puntos ya que en enero su intención de voto era del 40 % y en diciembre del año pasado del 33 %. En el segundo renglón se ubica el voto el blanco con 20 %, en enero este porcentaje era del 25 %, lo que indica una reducción. La intención de voto de Fajardo es del 8 %, mientras que la de ‘Fico’ Gutiérrez es del 7 %. En ambos casos aumentaron con respecto a enero, pues subieron a esas cifras desde el 5 % y el 3 %, respectivamente.
Con la moda petrista y la polarización uribista que también perdió terreno con el Centro Democrático, a la ciudad se le pone el dulce a mordiscos. Y aunque el alcalde se reunió en campaña con el candidato del Pacto Histórico, los resultados muestran lo que ya era un secreto a voces: que Petro no quería marcarse con la mala imagen del Gobierno caleño, el peor calificado entre las principales ciudades del país.
Así que, si pensaban que teníamos un gobierno de izquierda pese a las cuestionadas prácticas propias del capitalismo salvaje que debería confrontar y no lo hizo, lo que tampoco les gustó a muchos, lo que viene podría no gustarles el doble. Ojalá nos equivoquemos y el viraje que se ve a la vista nos lleve a mejor puerto.
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