Algo bonito del emprendimiento es que todos los días nos enseña algo nuevo. Puede que llevemos emprendiendo uno o diez años, nuestro día a día traerá siempre nuevos momentos y oportunidades para ser mejores. No importa el momento que nuestro emprendimiento esté viviendo, siempre habrá algo por desarrollar y algo por mejorar, es una relación cíclica que nos mantiene en constante movimiento empresarial.
Estando en viaje de turismo me encontré con una pequeña oportunidad de negocio: el dueño de la casa en la que me estaba quedando necesitaba traducir todos los letreros, guías, y libros de reglas de sus casas del inglés al español, debido al nuevo flujo de huéspedes hispanohablantes que estaba teniendo. Al darse cuenta de que yo era un posible candidato para hacer el trabajo, muy hábilmente me lo ofreció por la suma de US$8 por hora. Al cabo de unos 30 minutos de charlar, cerramos el negocio por US$17 la hora.
La vida empresarial es un conjunto de pequeñas oportunidades que tenemos que aprovechar al máximo, es un constante baile con los problemas que se nos presentan, de los que queremos salir librados de la mejor manera posible. Para hacerlo, debemos negociar ‘24/7’. Incluso en nuestras vidas personales y familiares todo es una negociación. Desde algo tan simple como decidir a que restaurante ir a cenar, como elegir cuál casa comprar; estamos negociando para obtener un resultado satisfactorio.
Ahora bien, como empresarios queremos quedarnos con la mayor parte de la torta, no hacer feliz a toda la familia; para ello les comparto los siguientes ‘tips’ que me han ayudado a cada día ser un mejor negociante y obtener mayores réditos de cada situación que se me presenta, los aprendí leyendo a Chris Voss en su libro ‘Nunca partas la diferencia’:
- Un buen negociador sabe que existen posibles sorpresas que van a surgir en la negociación y se prepara para afrontarlas, además de utilizar sus habilidades para forzar su revelación antes de que la contrapartida quiera hacerlo.
- Para negociar no hay nada más importante que la escucha; quienes ven una negociación como una batalla de argumentos se ven abrumados por las voces en su cabeza y no tienen la capacidad de escuchar, entender y comprender toda la información que su contraparte les está lanzando.
- Hay que silenciar las voces en nuestra mente; el 99 % de las personas no pueden tener atención plena en quien está hablando y a su vez pensar en que va a contraargumentar. Para ser mejores negociadores debemos ser capaces de otorgar toda nuestra atención y capacidad mental a escuchar lo que nos están diciendo.
- No creas que tus suposiciones son ciertas, tómalas como hipótesis que tienes que ir validando en el camino de la negociación.
- Es mejor ir despacio, de lo contrario las personas pueden sentir del afán una falta de escucha a sus necesidades y preocupaciones, dañando toda la confianza que se ha construido en la negociación.
- Finalmente, pinta una sonrisa en tu cara. Cuando nos posicionamos en un estado mental positivo, pensamos más rápido y estamos más dispuestos a colaborar y solucionar problemas. El positivismo crea agilidad mental tanto en nosotros como en nuestra contraparte.
Estos son algunos pequeños cambios que podemos hacer en nuestro día a día como emprendedores para llegar a ser mejores en lo que hacemos. Negociar hace parte del día a día en la vida empresarial, ya sea con clientes, proveedores, empleados, jefes, compañeros, socios; en fin, con cualquier agente de la vida empresarial va a existir algún tipo de negociación. Y bueno, como estamos en este mundo para construir capital, aprender a negociar nos dará las herramientas para, en la mayoría de los casos, quedarnos con la mayor parte de la torta.
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