Pese a los anuncios de la Administración Municipal de intervenir integralmente para poner orden en el bulevar del río Cali, los problemas y el desorden social en ese corredor peatonal no terminan.
Esta semana se produjo una nueva controversia por cuenta de la agresión a una mujer de parte de un empleado de seguridad de la Corporación para la Recreación Popular, CRP, cuya misión es poner orden en el sector.
El hecho quedó registrado en un video que ahora está circulando en redes, en el que se ve la imagen de los trabajadores, portando el uniforme de la corporación.
Uno de ellos se acerca a la cámara, diciendo “ábrase de acá”. A lo que la dueña del celular se agacha, respondiendo “déjame recojo mis cosas”.
Se da a entender que se estaba presentando un contratiempo desde antes, pues en el video muestran cómo están rodeados de personas.
Suenan voces en el fondo, y una persona grita: “Le está pegando a una vieja”, en el momento que los de seguridad emprenden la marcha.
La mujer, con un tono fuerte, se levanta y le dice a uno de ellos que la golpeó y que el hecho quedó grabado. El hombre se acerca y, de una manotada, le golpea el celular y lo hace caer al suelo.
Aunque la situación generó controversia en la comunidad caleña, las autoridades no han podido determinar cuál es la versión que corresponde a lo que ocurrió realmente.
Una de las versiones relata que un grupo de amigos se encontraban transitando en el bulevar y vieron a los dos guardas echar unas botellas al río.
El grupo de personas fue a reclamarles por el acto anticívico. A raíz de ese incidente se habría generado la confrontación que terminaría en agresión física.
La concejala Ana Leidy Erazo fue una de las personas que expresaron públicamente su indignación ante la situación.
“Ayer, cuando estábamos haciendo la denuncia, nos decían que la CRP ya había tenido varios momentos en el bulevar en el que se habían denunciado agresiones por parte de los funcionarios. El video lo que hace es demostrar lo que ha venido pasando”, declaró la concejala Erazo.
“Yo sí creo que esto es inaudito, es inadmisible, claramente la directora del bulevar tiene que tomar cartas en el asunto. Anoche estuve dialogando con ella, lo que me dice es que los dos funcionarios fueron retirados del cargo. Al parecer la Corporación va a hacer un acto público de reparación a la víctima”.
En otra de las versiones, se dice que un grupo de ciudadanos se encontraba en el bulevar violentando uno de los bebederos de agua.
En ese momento, los uniformados de la Corporación se acercaron para evitar que el pleito creciera y el encuentro terminó en confrontación física.
La mujer habría estado transitando por la zona y se habría dispuesto a sacar el celular para grabar la pelea. En ese momento el guarda se habría acercado para golpearla, queriendo impedir que siguiera grabando.
Versiones encontradas
“No tenemos la versión de la contraparte que es la que esperamos tener hoy, para poder confrontar las dos versiones y tener una veraz. Igual lo rechazamos, sea lo que sea que haya pasado, es agresión a una mujer, más en esta semana que, el 25, tenemos el Día de Rechazo de Violencia contra la Mujer y cuando el fin de semana tuvimos un feminicidio”, expresó Tatiana Zambrano, gerente del bulevar.
La última versión sobre los hechos dice que los empleados de la Corporación se encontraban transitando por el bulevar y vieron a una persona hurtando uno de los bebederos. Se acercaron para decirle que parara, pero otras personas, probablemente bajo el efecto de alcohol o sustancias psicoactivas
, se habrían acercado y habrían empezado a responder, golpeándolos y echándoles piedras.
Ambos trabajadores habrían advertido también al grupo que no estaba bien echar basura al río. En medio de la situación, la mujer habría tomado el radioteléfono de uno de los miembros de la Corporación y luego habría empezado a grabarlos con el celular. En esas circunstancias, el guarda, enervado, habría manoteado el teléfono, pero no la habría golpeado a ella.
Maryuri Marín, líder de la CRP, expresó que “la entidad responde a ese tipo de casos y los rechazamos rotundamente; esos colaboradores ya fueron apartados, están en el proceso que al interior de la empresa se realiza. Lo que haya pasado (el incidente) no se justifica para que pasen ese tipo de cosas (la agresión)”.
Más allá de este percance, lo que parece quedar en evidencia es que el control social dentro del bulevar aún no se logra y, sobre todo, que la seguridad privada que allí se tiene, resulta insuficiente y poco experta para manejar los conflictos que se presenten.
La gerente del bulevar dejó conocer que este hecho podría tener consecuencias el próximo año a la hora de definir la operación del bulevar. Pero tampoco reveló cuál es la estrategia y normatividad clara a implementarse en este sitio urbano de encuentro de los caleños, cuya intervención anunció el Gobierno caleño hace menos de un mes.
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